Entrevista a Grisel Folgar (rugby femenino) // En los últimos tiempos en la zona oeste del Gran Buenos Aires, el rugby tiene auge a partir de su expansión a nuevos grupos. //
Escriben: B. Benítez, D. Saiz, J. Elinger, L. Vargas y L. Chávez, alumnos del Taller de Producción Gráfica II, Licenciatura en Periodismo - CENUM.
El rugby es un deporte tradicionalmente de varones, de fuerte contacto físico y rudeza. En la actualidad, no se limita a un género sino también es ejercido por mujeres. Y lo practican en el Club Gimnasia y Esgrima de Ituzaingo (GEI).
-¿Hace cuánto tiempo entrenás en esta disciplina?
- Juego hace seis años. Mi hermano jugaba desde los catorce años y lo vi toda la vida; nunca me imaginé jugando y no me llamaba la atención el deporte porque no lo entendía. Cuando fui creciendo me metí de a poco, y me comentaron que existía también el rugby femenino. Yo había jugado handboll y voley, empecé a probar esta actividad, me gustó y ahora estoy acá, es un vicio.
-¿Cómo comenzó tu entrenamiento?
- Cuando empecé a entrenar lo hice con mi hermano, hasta hace tres años. Ahora tenemos otro entrenador. Cada uno tiene su forma de entrenar, por lo general se hace hincapié en pasar la pelota y en la velocidad del pase. Mientras uno tenga la base del rugby bien firme, el entrenador por más que varíe su táctica, la base siempre es la misma.
Ahora tenemos tres entrenadores a falta de uno, que también son jugadores. Ellos empezaron hace poco y ya están dando sus frutos porque cada uno tiene su manera de entrenar y eso nos ayuda mucho.
- Te eligieron para la selección nacional ¿Cómo lo tomaste?
-Fue una sorpresa para mí, hace cuatro años había quedado convocada. En ese tiempo yo no era mayor de edad. En su momento no me pude presentar porque había estado trabajando desde hacía tres días en un lugar nuevo.
Este año me sorprendió la convocatoria. No creí que podía quedar. No porque juegue bien o mal sino porque no me lo esperaba.
Es una experiencia que no se olvida jamás, pertenecer a un equipo nacional lleva una conducta y vivencias que no te las olvidás. Viajar a una concentración es el máximo rendimiento o sea, yo tenía un dolor en la pierna que debía desaparecer o no pertenecer más. Es todo el doble o triple, todo se potencia en un seleccionado.
- ¿Cómo se da esta práctica en otros países?
-En otros países es muy distinto al nuestro, se le da mucha importancia. En Europa es increíble la cantidad de equipos que hay, incluso, en muchos está más desarrollado el rugby femenino que el masculino.
Argentina es un país especial para todo. En otros países le dan importancia al nivel físico de las jugadoras y lo toman con seriedad. Se potencia mucho más el entrenamiento, tienen preparadores físicos a su disposición, y colaboración del gobierno.
-¿A partir de cuándo se toma más en cuenta este deporte?
- Creo que se dio cuando Los Pumas, el año pasado, hicieron un papel increíble en el mundial, pero es una lástima que un deporte con tantos años en el país tenga dificultades para sostenerse. El tema de Los Pumas motivó a que se animen más niños a practicarlo.
El rugby femenino está tratando de promover que se practique también con niñas.
- Formás parte de “Las Vikingas” (equipo del GEI), ¿Cómo se conformó el grupo?
-Vimos pasar a muchas chicas, ya perdí la cuenta. Somos quince que estamos hace cuatro años. El rugby no es un deporte violento pero sí es rudo, áspero, pero todo tiene su técnica y táctica para hacerlo. Y si uno entrena, como corresponde, no se lastima. Yo hace seis años estoy jugando y no me lastimé, como mis compañeras tampoco, pero un moretón o que te duela la pierna son cosas que pueden pasar.
Son chicas que trabajan, estudian, algunas son madres, cada una con una historia diferente.
-¿Cómo se organizan para entrenar o competir?
- Este año se formó un comité de rugby femenino para que esté un poco más organizado. El año pasado nos encargábamos nosotras de los entrenadores y combinábamos la fecha y la hora. Ahora está organizado de manera diferente, los partidos, las fechas y la cancha.
Pero generalmente nos organizamos nosotras en armar todo. O poníamos una compañera de manager que se contactaba con otros equipos y se organizaba el encuentro, pero era más esporádico y difícil por las distancias.
Rugby femenino
En busca de financiamiento
“Las Vikingas” el equipo de mujeres que practican este deporte en el Club Gimnasia y Esgrima de Ituzaingó se organiza para poder financiar los torneos que se llevan a cabo.
El grupo de rugby femenino amateur “Las Vikingas”, está compuesto por quince mujeres entre las que encontramos amas de casa, empleadas y estudiantes universitarias que realizan un gran sacrificio para continuar practicando su deporte favorito.
Reciben el apoyo de la Municipalidad de Ituzaingó, luego de que el Rugby femenino fuera declarado de interés municipal en el distrito, el municipio aporta únicamente el refrigerio, hospedaje y viáticos en los torneos anuales, para las locales y equipos que participan de otras provincias. Pero no financia, directamente, al grupo de Las Vikingas, según Grisel Folgar, una de sus integrantes.
Al considerarse un juego amateur, el rugby femenino, no tiene las posibilidades de otro deporte profesional. Lo que condiciona a sus jugadoras a buscar estrategias económicas para sustentarlo.
Desde hace seis años se realizan diversas actividades para recaudar fondos, como eventos y venta de rifas. Además, publican una revista anual, diseñada por ellas, que informa sobre torneos, salud, chistes y entrevistas a jugadores de rugby.
También han participado hace una semana del “Toro Fest”, festival organizado por el Plantel Superior de Rugby Masculino, de la venta de entradas para el evento, Las Vikingas obtuvieron un 15 por ciento de ganancias, que será destinado para los gastos de su equipo.
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