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Este sitio es una creación del Taller de Producción Gráfica II (2009) de la Facultad de Periodismo y Comunicación Social, UNLP, para difundir las producciones de sus alumnos en la Extensión Universitaria Moreno.

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Cuidado con los vecinos

Escribe: Luis Viscarra* // //

Las relaciones interpersonales con los vecinos pueden ser buenas o contrariamente malas, también están aquellos que no mantienen ningún tipo de contacto salvo el saludo. Esta introducción viene a razón de la nueva película “El hombre del al lado”, de Mariano Cohn y Gastón Duprat estrenada el jueves en las carteleras de los cines de Buenos Aires.
Esta historia narra las diferencias que tiene un hombre con su vecino, desde que uno de ellos viene a destruir esa supuesta comodidad, cuando en la medianera que comparten ambos uno de ellos rompe la pared para colocar una ventana. Así comienza el conflicto donde se enfrentan no solamente la causa que los dividía, sino también sus intereses incompatibles en cuanto a estilo de vida, sus marcas sociales que los separa. Sobre estos temas se desarrolla el film
Por un lado está Leonardo Kachanovsky interpretado por el actor Rafael Spregelburd, que personifica a un diseñador industrial reconocido creador de una silla premiada internacionalmente, y el otro protagonista es Víctor Chubello representado por Daniel Aráoz que, toma el papel de vendedor de autos usados.
“El hombre de al lado” funciona en mostrar los contrastes que disocian, entre aquel snob, delicado refinado y pretencioso, y el vulgar por su estilo informal y elemental. A su vez, la casa que habita Leonardo no es una vivienda cualquiera; es más bien una obra maestra de la arquitectura: la casa de Curutchet de la Plata, dado que tiene una historia que data del 1949; cuando al arquitecto Le Corsubier le fue encargada la obra de esta casa. En la Argentina sólo existe esta construcción, es única en América. Por eso la utilización de esta residencia no fue azarosa, dado que la convierte en el tercer personaje protagónico de la película; porque marca un estilo de vida en sí misma.
Además queda evidente que el mundo de Leonardo se ve obligado a cruzar ese otro universo, en el cual sus recursos discursivos no tienen ninguna validez, dado que de la misma manera Víctor invalida todo lo dicho de su vecino.
Seguro que a medida que veamos el film identificaremos actitudes nuestras y ajenas en alguno de estos personajes.


*Alumno del Taller de Producción Gráfica II, Facultad de Periodismo y Comunicación Social, UNLP. Extensión Moreno.Envío 103