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Este sitio es una creación del Taller de Producción Gráfica II (2009) de la Facultad de Periodismo y Comunicación Social, UNLP, para difundir las producciones de sus alumnos en la Extensión Universitaria Moreno.

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Guerreros callejeros

Zona Oeste // Existen diversas problemáticas sociales y económicas que afectan al país desde hace ya varias décadas. La pobreza, la inseguridad, la falta de trabajo, la mala atención médica, la falta de educación y demás. En un estado donde estas temáticas tardan en solucionarse, las consecuencias se reflejan en las acciones de los ciudadanos. //




Un vendedor de medias, gorros y guantes de la localidad de San Miguel





Escribe: Daniel Carrizo*

En la localidad de Moreno, provincia de Buenos Aires, se encuentran los vendedores ambulantes yendo de un lugar a otro para ofertarle a la gente algo barato y exclusivo. Estas personas que se dedican a comercializar golosinas, juguetes o cualquier producto para el consumo humano. Son víctimas del desempleo en el conurbano bonaerense.

Mayoritariamente hombres, generalmente edades que abarcan desde los 20 hasta los 60 años, que se ganan la vida caminando las calles, viajando en los trenes o subiendo a los colectivos. Afirman que recurren a eso porque no encuentran un buen trabajo y antes que pedir limosna o ver a sus chicos con hambre salen a pelearla, a buscar el pan todos los días aunque haga frío, aunque llueva, nieve o truene.

Estos también denominados “vendedores informales” tratan de encontrarle una vuelta a la situación que se está viviendo, se la rebuscan como pueden, realizan cualquier actividad para economizar y poder sacar algunas monedas más para comer. Algunos, por ejemplo, juntan sus capitales para comprar la mercadería en un mayorista y así, poder conseguir todo a un precio más económico.”Tenemos amigos que laburan en mercaditos y kioscos. A veces juntamos nuestros pedidos con los de ellos y listo”, indicó Carlos Terrano, vendedor de dulces desde hace dos años.

Siempre suelen tener aquellas cosas que en la actualidad se está necesitando. Es decir, por ejemplo, en la esquina (sitio donde hacen su parada varias líneas de colectivos) de Av. Mitre y La esperanza, Moreno; todas las mañanas se encuentra un señor vendiendo pañuelitos descartables y barbijos. A dos cuadras de allí, está Mario, casado, con 4 hijos y uno en camino. Él tiene su mesa -pegado a un puesto de diarios- en donde vende pan casero, tortillas, café y chocolate caliente.

Por otra parte, empleando una metodología distinta, están los que venden arriba de los micros. En Moreno existen dos líneas importantes que recorren todo el distrito: una es AZUL SATA y la otra LA PERLITA. Aunque no esté permitida la venta en el transporte, los choferes de la primera línea mencionada dejan subir a los vendedores; sin embargo, los de la segunda no. “Capaz que la empresa no se los permite, pero si no los ve nadie en la ruta nosé por qué no nos dejan trabajar. En cambio los de la 203 se re copan. Esos si son macanudos”, afirmó Rubén Gallardo (vendedor público) refiriéndose a la negativa rotunda por parte de los colectiveros de LA PERLITA.

Así como los vendedores de la calle buscan los lugares más transitados por la gente, éstos que andan por los micros, buscan las paradas más ocupadas también. Primero porque de esta manera se aseguran que el colectivo les pare sí o sí, segundo porque es en donde sube mayor cantidad de pasajeros. Además, hay que mencionar que una vez que estos comerciantes están en el micro, no recorren más de dos o tres paradas y luego vuelven a bajar.


El problema con los otros

Estas personas son un claro reflejo de algunas de las problemáticas que posee la sociedad. Por ello, es que estos sujetos salen a enfrentar a la vida ofreciendo sus productos a cambio de algunos pesos. Sin embargo, a pesar de ser una mala imagen para los políticos de turno, es también, un fastidio para los comerciantes que poseen sus negocios en las zonas céntricas y se ven afectados porque los puesteros van y le instalan sus mesas en la vereda del local.”Yo tengo mi tienda hace diez años en Moreno y la verdad que antes me iba bien; pero desde que pusieron esta feria acá, no se vende nada”, expresó Hugo Aguirre, dueño de una tienda de vestimenta para hombres.

También existen algunos pasajeros que se sienten incómodos cuando se los increpa ofreciéndoles, con un discurso muy alentador, los alfajores o los chocolates o cualquier producto que esté acorde a la época del año. Además, varias personas han manifestado que al caminar por la plaza se sienten aturdidos por tantos griteríos de vendedores. “No se puede caminar por ningún lado, que te los llevás por delante. Son mal hablados, mal educados y molestan”, afirmó una señora muy bien vestida que caminaba por la plaza San Martín, de Moreno.


*El autor es alumno del Taller de Producción Gráfica II de la Licenciatura en Periodismo – CENUM.

Enviamos esta nota para que sea publicada por los medios de comunicación de la ciudad de Moreno y la zona.

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